La tormenta tropical Barry llega al estado norteamericano de Luisiana, donde amenaza con convertirse en un huracán. "La principal preocupación que despierta Barry es el agua, tanto la de la marejada ciclónica como la inundación de agua dulce tierra adentro. Es una situación que pone en riesgo vidas humana y debe ser tomada seriamente", señaló el Centro Nacional de Huracanes.
El hecho de que el nivel del río Misisipi, que en esta época del año suele ser de 6 a 8 pies (1,8 a 2,4 metros), sea actualmente de 16 pies (4,8 metros), pone a Nueva Orleans en una situación que hace recordar al devastador huracán 'Katrina' (2005), señalan algunos medios.
La tormenta había ralentizado su marcha a 4 millas por hora (6 km/h) y mantenía unos vientos máximos sostenidos de 65 millas por hora (100 km/h) con ráfagas más fuertes. Los vientos con fuerza de tormenta tropical se extendían hasta 175 millas (280 km) del centro de la tormenta.
Según la escala Saffir-Simpson, un huracán de categoría 1 presenta vientos de 74 a 95 millas por hora (119 a 153 km/h). Barry, que está cerca de llegar a ese rango de viento, se convertirá en huracán pocas horas antes de tocar tierra.
Será el primer huracán de la temporada 2019 en la cuenca atlántica, que antes de su comienzo oficial (1 de junio) contabilizó la tormenta subtropical "Andrea", que se disipó enseguida y no causó daños.