Lo llaman oro líquido, y cada vez más se pone a precio de oro. El litro de aceite de oliva no deja de subir y todo apunta a que este producto básico de la cesta de la compra se puede convertir en un producto de lujo.
Fíjense en la evolución de los precios del aceite de oliva virgen extra, en euros por kilogramo. Es un incremento de más del 100% respecto a agosto del año pasado. ¿Y esto a qué se debe? a la baja producción.
La producción de este 2023 es casi un 55% menos que en la temporada previa, por la sequía y las altas temperaturas. Las expectativas, no son buenas.
El resultado, a día de hoy, es que la botella del litro de aceite se paga más cara que nunca. Echando un vistazo a los supermercados encontramos que el litro ronda los 8 euros con 50 céntimos. Y las previsiones apuntan a que en otoño se pueda llegar a pagar a 10 euros el litro.
Los productores niegan estar sacando beneficio de esta escalada de precios. Hemos estado en una almazara de Villarejo de Salvanés, donde nos cuentan las dificultades a las que se están enfrentando y cómo actúan ante las alertas que hablan de problemas de suministro.
Hasta el otoño no se sabrá con certeza cómo será este año la cosecha de aceituna, aunque las previsiones no son optimistas para la producción de aceite de oliva.
Falta aceite pero no demanda; por eso, con el precio de la botella de litro de aceite de oliva en máximos, el coste para el comprador seguirá subiendo: entre 50 céntimos y un euro. Y el motivo está en el origen, en el descenso de la producción de oliva debido a la sequia y las, cada vez más altas temperaturas.