En el barrio de Orcasitas, un empresario ve como los robos se están convirtiendo en la ruina de su negocio, que apenas lleva abierto unos meses, en los que ha sufrido un total de cuatro robos.
La situación se ha vuelto insostenible, y es que su pequeña cafetería ha sufrido cuatro robos en los últimos ocho meses. Con una media de un robo cada dos meses, es complicado continuar con el negocio, asegura José, su dueño.
Abren el agujero con maza y se llevan la recaudación de las máquinas tragaperras o de la máquina del tabaco. Han instalado sistemas de alarmas, pero no consiguen evitar los robos, que se realizan siguiendo siempre la misma técnica.