Por primera vez, una cámara de televisión entra a la nueva planta de tratamiento de residuos de Alcalá de Henares, la más moderna de España y donde llevan su basura los 31 municipios de la mancomunidad Sur de Madrid, casi 25 mil toneladas al año.
Tecnología de vanguardia para conseguir que el 50% de la bolsa de la fracción resto, en la que se mete lo que no es papel, envases, vidrio u orgánico, sea recuperado para su reciclaje.
El otro 50% se entierra, no se incinera, y se apila con una geolocalización de cada uno de los grandes contenedores.
La parte de materia orgánica recuperada en el proceso se destina a la fabricación de compost para restaurar zonas verdes, como explica el alcalde complutense Javier Rodríguez Palacios.
Todos los días llegan 90 toneladas de basuras a estas instalaciones alcalaínas en las que mediante el lavado, soplado, imantado y otros sistemas de clasificación con láseres y sensores ópticos, se consigue reducir la parte que acaba en el vertedero.