En la unidad del dolor del Hospital de la Princesa trabajan para combatir el dolor crónico que sufren muchos pacientes y que provoca una media de 17 días anuales de bajas laborales.
Rosa Mª Montero, paciente de esta unidad del dolor, asegura que el dolor crónico le ha destrozado su vida por completo. En el caso de María Jesús Ruiz tuvo que cerrar la tienda de vestidos de novia que tenía, a causa de este problema.
Los médicos señalan que "el objetivo no es curar a los pacientes, porque es extremadamente difícil". En algunos casos, dicen, es posible que esto pase, pero no es la tendencia habitual.
Lo que se aseguran los pacientes que acuden a esta unidad es que durante unos cuantos meses van a ver reducido con creces su dolor. Por unanimidad celebran que "estar sin dolores provoca mucha más vitalidad".