El éxodo de las grandes ciudades a los municipios se hace notar en el padrón.Municipios más rurales, apartados de la capital, se han vuelto en el escenario preferido de muchos ciudadanos para hacer frente al confinamiento.
Muchos urbanitas prefieren ya respirar aire fresco en poblaciones más pequeñas y más abiertas, donde el contacto con otros ciudadanos esté mucho más controlado.Es el caso de 25 pueblos de Madrid que ya han empezado a notar un incremento de su población. Navalagamella es uno de estas localidades madrileñas que que en los últimos meses han visto dispararse su población.
