Madrid ha celebrado este 28 de marzo un Domingo de Ramos atípico debido a la pandemia de coronavirus, con restricciones perimetrales, sin procesiones y con aforo reducido en las misas.
El arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, ha oficiado la eucaristía y la bendición de las palmas en la Catedral de la Almudena ante la atenta mirada de los fieles que este año, al menos, han podido entrar en el templo.
El año pasado los actos de Semana Santa fueron cancelados debido a la Covid-19, coincidiendo con la primera ola y el confinamiento pleno de la población española, y este 2021 ha obligado también a suspender todas las procesiones y actos multitudinarios.
"La procesión se lleva por dentro"
Aún así, los cristianos viven esta semana "con ilusión" y en la intimidad porque aseguran que la pandemia no acaba con esta festividad.
"Este año he podido disfrutarlo", aunque "no como cuando salimos en procesión", ha manifestado una asistente a la eucaristía. "El año pasado se vivió íntimamente, de forma distinta, pero se vivió", ha señalado otro devoto, al mismo tiempo que ha reivindicado que el coronavirus no ha hecho que no haya Semana Santa porque "si la hay, lo que no hay son procesiones". "La procesión se lleva por dentro, se vive de otra manera", ha relatado otro cristiano.
Almeida y Villacís en la Almudena
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (PP), y la vicealcaldesa, Begoña Villacís (Cs), han asistido a la eucaristía del Domingo de Ramos y bendición de las palmas en la catedral de la Almudena, donde han estado acompañados por varios miembros del Gobierno municipal y de la Corporación.
Una misa oficiada por el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro.