La primera pastelería Mallorca abrió sus puertas en 1931 en la calle Bravo Murillo. Por aquel entonces, sus ensaimadas y torteles se ganaron pronto la fama de los vecinos. Hoy tienen 15 tiendas repartidas por todo Madrid y el negocio lo regenta hoy la tercera generación de la familia. Su obrador es el más grande de Madrid, se encuentra en Arturo Soria y funciona a todo gas desde las 4 de la mañana.