Factores que influyen en el ‘Skin Care’: edad, sexo, circunstancia, clima o el trabajo
‘Skin Care’ o ‘Skin Routine’, las redes sociales se llenan de vídeos recomendando todo tipo de productos para el cuidado de la piel
Mitos y realidades sobre este fenómeno
EVA CARNEROS CAÑEDO
Si pensamos en Cleopatra seguro que una de las principales imágenes que se nos viene a la cabeza es a la reina egipcia dándose un baño en leche y miel, ¿mito o realidad?: realidad.
El clima seco, la exposición al sol y las corrientes de airecálido son alguna de las consecuencias que provocaban que la piel de los egipcios estuviera seca, con falta de hidratación y nutrición.
Por ello, para hablar del fenómeno que hoy conocemos como ‘skincare’, ‘skin routine’ o rutina de cuidado facial nos tenemos que remontar al 3.500 a.C. Los egipcios fueron los primeros en mostrar interés por el cuidado del rostro y en realizar sus propios ungüentos.
Creaban sus propias cremas con aceites esenciales como oliva, sésamo, moringa y castor. En su cultura, la cosmética tenía diferentes usos. Por un lado, estético y, por otro, era empleado para honrar a los distintos dioses.
Debido al clima que tenían empleaban protección sola y exfoliantes hechos con arena del mar muerto y aloe vera para rejuvenecer y suavizar la piel. En cuanto a la famosa miel y leche de Cleopatra, eran dos de los productos más empleados como mascarillas o a través de baños.
Actualmente, TikTok, Instagram, Twitter y todas las redes sociales se hacen eco de este fenómeno ‘skin care’.
Incluencers, actrices, cantante, en su mayoría mujeres, recomiendan aquellos productos que emplean en el cuidado facial, así como el modo en el que lo aplican en sus rostros a modo de rutina.
Así, serums, cremas hidratantes, antiarrugas, con torno de ojos, mascarillas… y un sinfín de producto y marcas que se vuelven los protagonistas de estos videos y fotos que se comparten por las redes.
No obstante, Jerónimo Ors, licenciado en farmacia con una amplía línea de investigación y desarrollo, profesor de universidad y fundador de Cosméticos Paquita Ors, en declaraciones para TeleMadrid.es advierte que “debemos encontrar lo que le va bien a cada persona” para lo que establece como fundamental “ver la piel, hablar con la persona y averiguar pequeñas cosas de la vida del paciente” con el fin de encontrar un tratamiento.
Sobre las recomendaciones que se hacen en redes sociales considera que “rutinas tan generales, que les funcione a todo el mundo, difícilmente tendrán buenos efectos ya que no tiene en cuenta aspectos como la edad, el sexo, la circunstancia, el clima o el trabajo”.
Concretamente en Madrid, Ors trata a muchas pacientes jóvenes que trabajan en grandes consultoras, con mucho trabajo, estrés y que requieren de “pautas muy limitadas”.
Rutina básica
‘Agua de tocador’ es lo que él denomina como rutina básica. Un agua con extractos vegetales cuya función explica que es limpiar “lo justo sin quitar defensas”. Para lavar el rostro recomienda agua de avena, de angélica, de manzanilla o de rosas. Otro de los productos básicos que cita es el contorno de ojos, una crema hidratante, con efecto calmante y anti-estrés, en caso de mujeres de entre 35 y 40 años.
En cuanto a la noche debemos “limpiar más la piel, pero no con jabones ya que quitan defensas” y seca el rostro, en su caso debemos aplicar leche limpiadora. Además, si el poro está abierto emplearemos tónico y contorno de ojos. En este momento si podremos usar un suero hidratante con el fin de “mejorar la circulación, tonificar la piel y ayudar a reponerse del cansancio”. En cuanto al retinol, Ors aconseja su uso en la noche.
Cambio de estación
Esta etapa del año en la que nos encontramos también supone una amenaza para la piel, según explica Ors, “caen las defensas y eso también se nota en la piel”, por lo que “es una época de cuidarse”. Esta situación se extiende hasta la llegada del “frio estable” puesto que “da estabilidad”.
Tras el verano, el sol y la vuelta al trabajo, el cambio de verano a otoño hace que la piel luzca “pálida, menos luminosa, con rojeces, granitos”.
Esto, unido al acostumbramiento de la piel que puede darse con algunos productos, recomienda un cambio de rutina y de productos de una estación a otra.
Además de esto, Ors aconseja:
Empezar a cuidarse cuanto antes
Usar productos suaves, adecuados y si este no nos funciona, hablar con un profesional para que nos recomiende otro.
En ciudades como Madrid, donde el clima es agresivo y la piel sufre, es importante la constancia.