Una tercera parte de la población tiene problemas circulatorios de insuficiencia venosa crónica, la patología que tiene como uno de sus síntomas las varices. Sin embargo, no tener síntomas de varices no quiere decir que la persona no padezca la insuficiencia venosa crónica.
La predisposición genética es uno de los factores más influyentes para desarrollar varices. Otra de las causas más importantes es la postura del ser humano al estar de pie debido al trabajo: cadenas de montaje o cocinas suenen aumentar nuestra presión venosa.
Para todos estos casos, los expertos recomiendan utilizar medias de compresión. Tan importante es saber usarlas como saber las que uno necesita. Otras medidas preventivas para la aparición de varices son los tratamientos de spa con agua en diferentes temperaturas y los masajes para favorecer la circulación.
Eso sí, en el paso de que las varices sean profundas lo ideal, como siempre es acudir al especialista.