¿Es una medida electoralista? ¿Es sostenible para las empresas?
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Redacción
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado martes en el Senado que el Ejecutivo aprobará una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) del 8% para situarlo en 1.080 euros mensuales en 2023, en catorce pagas.
Los beneficiados de esta subida son, según los sindicatos, casi un 14% de los asalariados.
Un incremento en el salario del 8% del SMI hasta los 1080 euros al mes en 14 pagas que puede llegar a beneficiar a 2 millones y medio de trabajadores en España.
En gran medida lo van a notar las pequeñas y medianas empresas, porque un 38% de las pymes, entorno al medio millón de las que tienen empleados, pagan ese salario mínimo, así que ahora van a ver también cómo aumentan sus costes laborales.
Si hiciéramos un perfil del trabador tipo al que le va afectar esta subida del salario mínimo, hablaríamos de una mujer joven con contrato temporal y que trabaja en el sector agroalimentario o en los servicios.
Con datos, el 18% de las mujeres frente al 10% de los hombres lo cobran. Igual que uno de cada tres jóvenes menores de 24 años. En este caso, la menor experiencia les deja expuestos a sueldos más bajos.
Prácticamente la mitad de los trabajadores del campo perciben el SMI (el 47%) y esa proporción es prácticamente el doble entre los trabajadores temporales respecto a los que tienen un contrato indefinido.