Los sistemas de seguridad de los vehículos han ido avanzando y mejorando con el paso de los años y además, a partir de ahora, los que salgan de fábrica tendrán que incorporar de serie los avances tecnológicos que permiten detectar la ingesta de alcohol o la somnolencia.
Estos sistemas de asistencia al conductor que obliga la normativa europea suponen un salto hacia delante en la reducción del número y la gravedad de los siniestros de tráfico y reciben el nombre de ADAS, siglas de ‘Advanced Driver Assistance Systems’.
Por lo que, ahora, se multiplican las posibilidades de que nuestro cuadro de mandos nos emita un aviso. Muchos de ellos ya los tenemos en nuestros coches desde hace tiempo pero otros son completamente innovadores.
Entre las nuevas medidas se incorpora un asistente que avisa cuando se rebasa la velocidad permitida y, además, la ajusta, una ‘caja negra’ para tener toda la información en caso de accidente, detector de fatiga para evitar microsueños, y si no descansa los tiempos recomendados el coche se lo recuerda, parpadeo en caso de frenada de emergencia para avisar a los demás conductores y reducir la velocidad si hay peligro de colisión.
Una de las más novedosas es la incorporación en el coche de un alcoholímetro que obliga al conductor a soplar y que bloquea el vehículo en caso de superar la tasa, una medida que todavía no es obligatoria pero que sí deberá estar disponible la preinstalación.
Y pasan a ser obligatorios sistemas que ya conocemos bien como las cámaras y avisos para cuando se maniobra marcha atrás o el control de la presión de los neumáticos.
Si un coche ya está fabricado pero no matriculado y no incorpora todos estos sistemas, deberá pasar automáticamente al mercado de ocasión.
“Es una buena noticia porque cerca del 95% de los errores que se cometen en la conducción son errores humanos que podrían evitarse, es decir, es incorporar sistemas que ayuden a perdonar el fallo humano”, ha afirmado Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos.