Con la inflación rozando el 11%, los precios de los hoteles costeros en el primer verano turístico sin restricciones por la pandemia suben hasta los 168 euros por noche, mientras que en Baleares o Málaga superan los 200 euros por noche.
En un momento en que el Banco de España alerta del desplome del consumo y de un descenso del ahorro de los hogares, más de 4,5 millones de españoles no pueden permitirse viajar este verano.
Los datos reflejan que se han encarecido las tarifas de todo lo que comprenden unas vacaciones: los billetes de tren o de avión, la gasolina, los hoteles, etc. Los precios de los hoteles se disparan en agosto, sean de gama baja, media o alta, y la tarifa media más "barata" se sitúa en los 77,6 euros por noche.
En los hoteles de cinco estrellas el precio asciende a 247 euros por noche, casi un 27% más alto que hace un año. Los hoteles más asequibles, de una estrella u hostales, cuestan un 49,8% más de media que en el verano de 2021.
Además, Madrid es uno de los destinos turísticos donde más suben los precios, un 67% más altos. Destacan por debajo de la Comunidad de Madrid los precios de País Vasco y Cataluña, con habitaciones a 120 euros/noche como precio medio.
Toni Mayor, presidente de Asociación empresarial hotelera y turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC), declara que "en este momento" tienen "ocupaciones muy altas" y "la incertidumbre será a partir del otoño". "Los precios suben por el incremento de costes", explica, "y especialmente en reservas de última hora o para el fin de semana, cuando algunos hoteleros se aprovechan e incrementan más el precio".
Si alojarse en un hotel está a precio de lujo, hacerlo cerca de la playa queda fuera del alcance de la mayoría. Aún así, los destinos de costa más económicos están la Costa Brava, Canarias y Alicante, con tarifas que varían entre 120 y 165 euros la noche.