En un momento en que aumenta la demanda de frutas de verano y hay menor oferta de frutas como sandías y melones, hay un comerciante de Parla que se salta los efectos de la inflación y las está vendiendo a un euro. Se llama Carlos y tiene colas interminables en su tienda: "Hoy la sandía está a 3 euros, pero son casi 6 kilos así que sale a unos 50 céntimos".
Se está produciendo un efecto llamada entre los vecinos de la localidad por los buenos precios de Carlos. Cada persona se lleva varias piezas de fruta y el comerciante afirma que "si vendes 3.000 piezas a 20 céntimos que gano por pieza, compensa".
Dice que "se puede estar muy por debajo del precio medio y no se puede abusar de la gente". Está esperando un camión con más productos para "dar de comer a la gente por el mejor precio".
En concreto con la sandía, la primera semana de junio se pagaba casi el triple que en 2021 en mercados de origen. En la mayoría de fruterías y grandes supermercados, una sandía de 5 kilos puede salirnos a más de 10 euros.
Según el frutero Luis Pacheco, los precios tan bajos "serán porque tienen peor calidad y está vendiendo frutas que no están óptimas o están deformes". Considera que "si el producto es válido ahora no se puede vender a un euro, pero es la ley de oferta y demanda".