La Universidad Técnica de Berlín ha conseguido demostrar que las personas que trabajan con máquinas de circuitos electrónicos prestan menos atención a esta tarea cuando creen que los robots ya han comprobado las placas.
Los investigadores pusieron a dos equipos de 42 personas a hacer el mismo trabajo, uno con la ayuda de robots y otro sin ella y concluyeron que quienes tenían esa ayuda, se 'escaqueaban' de su trabajo. El estudio, publicado en Frontiers in Robotics and IA, demostraría que la holgazanería social también opera cuando los compañeros de equipo son máquinas.
María José Peral, responsable del Instituto de Inteligencia Artificial, se considera “tecnooptimista” y apunta a que el poder automatizar tareas que pueden ser tediosas lo podemos ver desde otro paradigma, para poder dedicar tiempo e inspiración e incluso un nuevo concepto de nuestras jornadas laborales: “Si nos permite ser igual de productivos en menor tiempo, vamos a poder dedicarlo a otras actividades de calidad”.