¿Pudo evitarse el trágico desenlace de las niñas de Tenerife?
Interior tiene detectados a casi 500 niños en riesgo de ser víctimas de violencia de género
Javier Durán, criminólogo: "Es muy grave que un padre en la cárcel por ejercer violencia de género, no pierda la patria potestad"
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
¿Pudo evitarse el trágico desenlace en relación con la desaparición de las niñas de Tenerife? ¿Las conductas violentas del padre, Tomás Gimeno, podrían haber alertado a los poderes públicos para evitar los terribles acontecimientos?
El Ministerio de Interior tiene un registro de casi 500 niños con grave riesgo de padecer maltratos por parte de sus progenitores. El Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema Viogén) evalúa si hay indicaciones de que la violencia ejercida sobre la pareja podría extenderse también a los niños, en lo que se conoce como violencia vicaria.
Javier Durán, criminólogo: "Se veía que iba a pasar algo"
Consultamos la opinión del criminólogo Javier Durán. El experto considera que hay herramientas en la sociedad para prevenir estos sucesos, aunque su aplicación no es fácil. "No existe la ley que se pueda aplicar una vez visto este resultado", asegura.
"En la mayoría de los casos son los padres los agresores cuando se produce una situación de divorcio o separación y cuando ha habido una situación de maltrato y este puede pasar de la esposa a los hijos", continúa. Hay herramientas, sostiene el experto, pero no una ley que pueda aplicarse de manera efectiva.
Durán no entiende que haya padres cumpliendo penas de prisión por graves maltratos o incluso asesinatos a los que no se les haya denegado la patria potestad.
¿Se podía haber evitado el trágico desenlace? Considera el criminólogo que se veía que "algo así podía suceder", dado el temperamento violento de Tomás Gimeno, quien a su largo historial de maltrato contra la madre de las niñas, sumó una grave agresión a la actual pareja de Beatriz.
Durán concluye retratando a Gimeno como una personalidad "psicopática", reflejo de la "maldad personificada". "Este tipo de personas no aman, solo saben poseer", concluye el experto.