Lo primero que hace Miguel Garrido, presidente de CEIM y vicepresidente de la CEOE en Buenos Días Madrid y tras escuchar de la mano de Juan Pablo Colmenarejo los datos de la EPA del paro es lamentar las cifras. “Realmente reflejan la dramática situación por la que atraviesa la economía española. Y que haya todavía más de 700.000 personas en ERTE, diez meses después de que comenzara la pandemia, refleja también que buena parte de ellos acabará en el paro”.
Miguel Garrido afirma que ante una situación compleja como esta, igual merece la pena evitar que cause un daño cada vez más irreparable en la sociedad.
En crisis y desalentados
“Está claro que estamos ante una crisis sanitaria y que los esfuerzos se deben centrar en acabarla cuanto antes. Pero si hace dos meses teníamos esperanzas en las vacunas, ahora estamos desalentados con el parón de las vacunaciones. Creemos que se deberían centrar las estrategias en vacunar a todo el mundo para que podamos volver a la movilidad”.
En el ámbito puramente económico, Garrido cree que “hay que tomar medidas que pasan por la compensación y las ayudas directas a las empresas cuya actividad esté limitada por las restricciones. Es algo inaplazable porque empresa que destruye, tarda mucho en regenerar”.
Es consciente de que los malos datos se han cebado especialmente con Madrid, y otras regiones como Baleares y Canarias. “Los PIB están cayendo y es donde el desempleo tiene mayor repercusión porque son economías muy basadas en servicios. La única ventaja que encuentro, es que cuando empiece la recuperación, seremos de las que más crezcamos. Mientras tanto, poco podemos hacer”.
Garrido considera que Filomena y la Covid tendrán gran impacto en el empleo del futuro próximo. “La borrasca ha sido algo muy puntual pero es que venimos de una situación en el que las empresas están muy debilitadas.
Habrá más cierres de empresas
"Siempre hemos respetado, acatado y colaborado con las medidas tomadas por el Gobierno, pero es inevitable que tengan consecuencias económicas -dice- El mayor cierre en las actividades que empezaron el lunes, y que estarán vigentes dos semanas como mínimo, son dificultades que se suman a las empresas que ya no pueden más. Hay gente que ha consumido los recursos y no cuentan con más oxígeno. Se va a acentuar el cierre de establecimientos”.
Sobre las pérdidas concretas de Filomena, todavía no hay datos cerrados, pero reconoce que han sido daños enormes en daños materiales y descenso de facturación. “El parón total de la economía durante dos días, pero que tardó una semana en recuperar la normalidad fue enorme. Por ejemplo, el parón de Barajas han supuesto un impacto de 300 millones en pérdidas”.
Demanda de la hostelería
Por último, pone sobre la mesa varias cuestiones a reflexionar. “La dualidad en el mercado laboral que es terrible. Así mientras los trabajadores públicos casi no notan la crisis, incluso pueden que trabajen menos, otros como autónomos y trabajadores del sector privado sufren recortes, pérdidas, incluso amenaza de ERE y ERTE”.
Sobre la demanda colectiva que se prepara de la hostelería contra el Estado. “Tienen el derecho legítimo en reclamar medidas que les genera un mal económico irrecuperable. Hay gente que lo han perdido todo, los ahorros de su vida por decisiones administrativas, aunque estén justificadas. Porque cuando las cosas van bien, son los mismos que pagan impuestos. Estamos de acuerdo en que reclamen esos daños. Que sean los tribunales los que digan si tienen derecho legal también”.