El barrio de Vallehermoso, conocido hoy por su ambiente apacible, guarda un pasado fascinante. En sus orígenes, este rincón estaba en las afueras de Madrid y era una zona rural de huertas y pastos.
El 13 de diciembre de 1984, en el número 3 de la que durante años fue su casa, en la calle que antes de llevar su nombre era denominada calle de Velintonia, falleció el poeta y premio Nobel Vicente Aleixandre. Esta residencia fue un refugio para el poeta, que era conocido por su delicada salud.
La apodada 'Casa de la Poesía', fue el lugar que albergó las conversaciones con Miguel Hernández e inspirado parte de su obra, acogió a Federico García Lorca, que se acercó más de una vez para interpretar melodías en el piano de los Aleixandre.
También fue lugar de residencia durante un tiempo de la poeta Carmen Conde y centro de peregrinaje inspirador para Emilio Prados, Manuel Altolaguirre, Luis Cernuda, Gerardo Diego, Jorge Guillén, José Hierro, Jaime Gil de Biedma, Paco Brines, Carlos Bousoño o José Luis Cano.
Aunque el cambio de nombre de la calle tras el Nobel incomodó al poeta , su casa sigue siendo un símbolo de la riqueza cultural del barrio.
Las construcciones de los años 20 y 30, muchas con jardines que aún sobreviven, son testigos del desarrollo urbanístico del barrio.
Hoy, este barrio es un lugar tranquilo, perfecto para quienes buscan la serenidad en pleno centro de Madrid.