El pimentón puede aumentar el funcionamiento de los sistemas antioxidantes del organismo
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Picante, dulce o agridulce. El pimentón es una de las especias fundamentales de la cocina mediterránea y, como dicen los pulpeiros, con un buen pimentón y un mal pulpo hacemos un buen pulpo. Pero con un mal pimentón… No hay nada que hacer.
Nuestra compañera Sofía Irazusta ha visitado el madrileño Mercado de Vallehermoso para descubrirnos todos los secretos del pimentón.
“El pimentón es originario de América y, cuando lo trajo Cristóbal Colón, los primeros que lo introdujeron fueron los monjes del monasterio de Yuste”, nos cuenta María Jesús, propietaria de Cannelle, una tienda especializada en todo tipo de especias.
Este monasterio se encontraba en la Comarca de la Vera, una región con un microclima al que el pimentón se adaptó a la perfección. De ahí que el pimentón de la Vera sea uno de los más reconocidos a nivel mundial.
“El pimentón de la Vera tiene tres variedades. Cada una se corresponde con un tipo de pimiento diferente”, explica María Jesús.
Por un lado, tenemos el pimiento dulce, que se llama bola, de apariencia redonda y muy similar a la ñora. El pimentón agridulce es el de jaranda y el picante es el jeromín.
“La textura y el color son los mismos. A lo mejor puede ser alguno un poco más oscuro que otro, pero siempre es un rojo bastante intenso. Además, eso es un símbolo de la calidad del pimentón, porque el pimentón de la Vera, en el momento en el que se pasa de fecha, se pone de un color marrón muy oscuro y sabe muy mal”.