Las meninas, Saturno o La maja desnuda no son los únicos que viven en el Museo del Prado.
Hace más de 20 años, en uno de los rincones más especiales de este museo vivian personas.
Con 10 años, María Ángeles, actual encargada de servicios generales, se mudó al Museo del Prado.
Este fue su hogar ya que su padre fue el conserje del Prado.
Actualmente, ella realiza la misma labor con el añadido de que es doctora en Historia del Arte.
Sus recuerdos aquí son 'de una vida muy bonita y muy feliz'. Vivía en una casa fuera, en un pabellón.
Además, desde su ventana podía ver una de las salas del museo.
En cuanto a su padre, asegura que le ha dejado esa pasión y la responsabilidad de formar parte de esta institución.