Agustín López, futbolista del Parla, es el mejor ejemplo de que hasta que el cuerpo aguante y haya que volver cuantas veces sean necesarias.
El fútbol es el motor en la vida de Agustín. Un deporte del que ya se ha retirado hasta tres veces, pero ninguna ha sido la definitiva.
"Cuando naces futbolista, mueres futbolista. Ves un balón en cualquier momento y se te van los ojos. Cuando tienes esta enfermedad, que es el balón, te enganchas otra vez, señala Agustín López.