Riley Gaines, que se vio obligada a competir contra la nadadora trans Lia Thomas, testificó ante un Subcomité de la Cámara de Representantes de Virginia, en pro de una ley de “Equidad en los deportes femeninos".
Según Gaines, "además de verse obligados a renunciar a nuestros premios, nuestros títulos y nuestras oportunidades, la NCAA obligó a las nadadoras a compartir un vestuario con Thomas, un hombre con (y exponiendo) genitales masculinos".
"La NCAA obligó a las nadadoras a compartir un vestuario con Thomas, un hombre con genitales masculinos. No se nos pidió nuestro consentimiento. Puedo confirmar la extrema incomodidad dentro del vestuario cuando te dabas la vuelta y veías a un hombre mirándote cómo te desvestías mientras él se desnudaba", mencionó.
Gaines, agregó que la inclusión compromete al deporte y aseguró que el competir ante atletas transgénero es una desventaja para las mujeres deportistas por las condiciones físicas.
“Estamos lidiando con algo que está totalmente fuera de nuestro control cuando estamos compitiendo, hombres biológicos. Si tienen diferente capacidad pulmonar, la altura, los niveles de testosterona, aun si usaron bloqueadores de testosterona o no, no quita la pubertad que tiene un hombre. Especialmente Lia, quien nadó tres años como hombre”, sentenció.