Los aficionados del Real Madrid lo tienen claro, Luka Jovic es la solución. Parece sorprendente pero es una opinión compartida por gran parte de los seguidores blancos. En sólo dos partidos y medio Jovic ha conseguido ganarse el respeto de una afición que le consideraba un caso perdido. Ante la Real Sociedad marcó y dio una asistencia y frente al Inter de Milán, aunque no vio puerta cuajó un gran partido jugando de espaldas, aguantando el balón y ofreciéndose constantemente a sus compañeros.
El serbio empieza a ver la luz tras dos años de pesadilla. Llegó a cambio de 60 millones de euros en el verano de 2019 y en sus dos primeras temporadas en el Real Madrid aportó dos goles y una asistencia en apenas ocho partidos como titular.
Varias lesiones y dos actos de indisciplina en pleno confinamiento, visitando a su novia en Serbia y celebrando una barbacoa en Madrid, tampoco le ayudaron. Zidane le mandó cedido al Eintrach, pero Ancelotti ha decidido confiar en él. Un cariño que ahora parece surtir efecto.