Nacho Aranda, jefe de deportes de Telemadrid y Onda Madrid, charló en profundidad con el entrenador del Alcorcón, Juan Antonio Anquela. Lo hizo pocas horas después de que lograra el exitazo de salvar a un equipo al que cogió en una situación desesperada.
Anquela dice que cuando llegó habló y mucho con los jugadores "hablamos, nos convencimos de que podíamos, de que podíamos, nos decíamos que nadie contaba con nosotros pero que nos íbamos a salvar, ha sido un acto de fe, estos chavales han luchado tanto, se han dejado la vida".
El entrenador recuerda los minutos posteriores al decisivo triunfo contra el Espanyol: "Estaba solo en el vestuario diciendo gracias chavales, gracias chavales, vino Laure y me llevo a una fiesta, la más bonita que he vivido en mi vida. Eso que pone en el vestuario de siempre hasta el último minuto digo yo que mejor cambiarlo, a ver si lo hacemos un poco antes, porque sino el corazón igual no va a aguantar".
Logrado el objetivo, ya relajado, abre ese corazón al que se refiere y dice que "le agradezco el cariño a la gente. Solo necesito descansar y liberarme de tanta tensión. Hemos jugado 31 finales. En este momento yo tengo la fórmula de la felicidad. Mi corazón es amarillo, mi casa es amarilla, no hay otro color que me haya dado más satisfacciones como profesional".