El Bypass sur de la M-30 es uno de los tramos de mayor afluencia de tráfico en Madrid y a nivel nacional. La principal autovía de circunvalación madrileña se construyó en dos tramos que se unían en el Nudo Sur. Al conducir este tramo gran parte de los vehículos de la ciudad se provocaban grandes atascos con una tremenda densidad y problemas de movilidad.
La cantidad de salidas y entradas a la autovía interrumpía constantemente la circulación. La complejidad del Nudo y los tramos trenzados de escasa longitud hacían que este tramo estuviera gran parte del día colapsado. Además, la contaminación medioambiental y acústica hacían necesaria una intervención.
El objetivo con el Bypass sur era establecer un trayecto alternativo dentro de la propia M-30 y disminuir los vehículos en el tráfico local. Además, se pretendía mejorar las conexiones en los distritos de Retiro, Usera y desde Arganzuela hasta Puente de Vallecas.
El Bypass sur está formado por dos túneles unidireccionales de 4.280 metros de longitud, realizados mediante una gran tuneladora. Disponen de tres carriles de tres metros y medio de ancho con acera laterales de un metro.
Empiezan en el Palacio de Cristal y discurren hacia Conde de Casal finalizando al este de la M-30. Entre los accesos al túnel hay una entrada conectada directamente desde Marqués de Vadillo y otra junto al antiguo estadio Vicente Calderón, a unos 200 metros del puente de Toledo.
Estos túneles liberan de tráfico al Nudo Sur bajo el parque de Arganzuela y el de Tierno Galván, y acortan el recorrido hacia la A-3 y la A-42. Con ello, se ha liberado casi un 42% del tráfico en el arco sur de la M-30 canalizando el tráfico entre el este y oeste de la autovía.