Después de que la echaran de la industria discográfica, y durante los siguientes años, Karina continúo realizando producciones propias y, entre medias, tuvo a sus dos hijas, Rocío y Azahara. Acerca de ellas, reconoce en Diez Momentos que le gustaría que hubieran conocido su época de éxito: “Me gustaría tanto que conocieran un momento de esplendor, lo que es que un disco suene en la radio, que un disco suene en la tele”, comenta entre palabras atrancadas.
Rocío, cuenta, es la dentista, trabaja en el hospital Provincial de Castellón y ha estado en “primera línea con el Covid”. De ambas reconoce que las admira mucho porque “han sabido formar una familia unida, yo no he sabido, yo no he sabido hacer muchas cosas más que cantar”.