Santiago Segura no suele hablar mucho de sus hijas a los medios. Las ha intentado proteger durante gran parte de sus infancias, y es que no ha tenido una buena experiencia con la profesionalidad de algún periódico: “Tuve un conflicto brutal. Estaba supercabreado. Sacaron una foto de Calma sin pixelar con uniforme del colegio y les denuncié. A mi como personaje público podían, pero tenían que respetar. Estuve 4 años, no salió el juicio. Recurrieron y luego 2 años…” narra el director.
Para que las saquen los medios, Santiago prefirió sacarlas él mismo en sus películas con Padre no hay más que uno: “Las dos hacen de forma amateur interpretación. Verte de niño haciendo la peli es un recuerdo maravilloso. Llevaba toda mi vida evitando ver un partido completo de fútbol. Yo no soy del Atleti, ese es Torrente. Mis hijas me empezaron a suplicar que les llevara a un estadio… Lo que se hace por los hijos”.
Sobre los nombres de sus hijas, Calma y Sirena, tuvo que pelear para que a su familia le gustara, aunque cuenta que a una quería llamarla “Salsa”.