El origen de los rábanos no está claro, pero se cree que las variedades pequeñas surgieron en el Mediterráneo y las grandes en China o Japón.
Ya hace más de 2.000 años, en inscripciones encontradas en pirámides egipcias, se mencionaba el uso culinario de este vegetal. "Disfruta Madrid" ha ido a Villa del Prado para aprender a cultivarlos y recolectarlos.
Los rábanos necesitan un clima templado y es importante protegerlos durante las épocas de calor intenso. Al cultivarlos, se suelen intercalar con otras hortalizas de ciclo más largo, como zanahorias o remolachas, debido a su rápido crecimiento.