A pesar de los avances tecnológicos en la exploración de la Tierra, los humanos solo han logrado perforar hasta 12 kilómetros de profundidad, alcanzando solo la corteza continental. Acompañadnos a explorar lo que se encuentra más allá de este límite, un lugar desconocido y misterioso que ha despertado la curiosidad de científicos y aventureros durante décadas: el núcleo terrestre.
La corteza continental ocupa el 40% de la superficie de la Tierra y está compuesta por rocas de distintos orígenes, aunque en su mayoría está formada por rocas metamórficas como el granito y recubierta por rocas sedimentarias como calizas, areniscas o arcillas. Su espesor varía entre los 30 km, en las llanuras y los 70 km en las montañas más altas.
Si descendemos otros 6 mil kilómetros de profundidad nos encontraremos en el núcleo. Está formado por pura lava a temperaturas extremas. Además, tiene muy mal olor ya que acumula el 90% del azufre total de la Tierra.
Descubrimientos recientes dentro de este líquido incandescente indican que hay otro “planeta”: una gran bola de hierro de 650 kilómetros de radio, algo menos que la distancia desde la Puerta del Sol de Madrid hasta la punta de Tarifa en Cádiz.
Los científicos dicen que esta esfera gira en sentido contrario a la Tierra y que ahora se está deteniendo, lo que afectaría a la duración de los días y al nivel del mar.