Golpes en el rostro, la cabeza y una hemorragia interna en el cerebro son las secuelas que le han quedado a César vecino de 94 años de este edificio del barrio del Pilar.
Es el resultado tras enzarzarse en una pelea con Eugenio, el ex vicepresidente de la comunidad. Todo comenzó por Óscar, el portero de este edificio, también conocido como el 'portero de TikTok' que fue contratado por Eugenio.
César y más vecinos lo acusan de desatender sus tareas y grabar vídeos en horas de trabajo para luego publicarlos en Internet.
Todo empezó cuando Eugenio, a finales de 2020, el que era entonces presidente del edificio, en el barrio del Pilar, contrató a Óscar como portero, un español de mediana edad.
La trifulca entre César y el ex vicepresidente de la comunidad llegó a tal nivel, que acabó con este vecino nonagenario ingresado en un hospital después de que supuestamente Eugenio le propinara una paliza.
La actual presidencia del bloque se negaba a convocar una junta extraordinaria, los vecinos recogieron firmas para conseguirlo. En marzo, se celebró por fin la reunión en la que se llegó a la conclusión de darle una segunda oportunidad a Óscar y apercibirlo por carta.
Días después, César, el nonagenario, salía del edificio cuando vio cómo Eugenio discutía con otro vecino. Y fue cuando el anciano le recriminó.
Según cuentan los familiares de César, salieron a la puerta y el exvicepresidente le dio un puñetazo junto al ojo, tirándole al suelo. Se golpeó con un bolardo en el pecho y con la cabeza en el suelo.
Sin embargo, la versión de Eugenio es totalmente diferente, "levantó el puño así para pegarme el vino con tanta fuerza que yo le vi venir y le puse la mano así de frente con la fuerza que él venía cayó al suelo".
César ya está en casa recuperándose de las lesiones ya en casa. Mientras, otros vecinos continúan quejándose del portero de TikTok, "este señor se dedica a ir grabando a todos los vecinos por si le decimos algo, él nos insulta y espera nuestra respuesta".
También ha grabado la ropa interior de sus vecinas, él alega que era una broma porque le hizo gracia ver tanta ropa interior roja tendida.
Oscar mantiene que todo es un complot contra su persona orquestado por un vecino en concreto "lleva tres años y medio haciéndome bullying laboral con insultos amenazas, improperios vejaciones incluso ha venido su hijo a agredirme".
Estos vecinos afirman que Óscar tiene una cámara en la mirilla de la de la puerta con la que grababa la gente que pasaba por ahí delante del portal para luego subirlo a sus redes sociales, aunque el asegura que la tiene por protección.