El Real Madrid envió un mensaje convincente a Kylian Mbappé a cuatro días de verse las caras en los octavos de final de la Liga de Campeones, tras golear con determinación a la Real Sociedad (4-1) en un partido que carga el depósito merengue antes de afrontar el combate más importante de la temporada el próximo miércoles.
Todo el Bernabéu conocía los peligros del conjunto txuri urdin, al que se le da especialmente bien la capital de España desde que Imanol Alguacil es su técnico. Así fue el comienzo, fulgurante para los donostiarras -aupados por un penalti de Mikel Oyarzabal- que hizo temblar los cimientos de la Castellana.