La Cacharrería es una de las salas más importantes del Ateneo. El presentador del programa de Telemadrid ConCiencia, Daniel Mateos, nos cuenta más detalles.
Hay varias teorías para explicar el origen de su nombre. Una de ellas es que las paredes estaban decoradas con cerámicas varias, vasos griegos y esas cosas que comúnmente llamamos “cacharros”.
Otra teoría es que esta sala se llamase “cacharrería” porque aquí se celebraban las tertulias, más de una a la vez y, por tanto, había un ruido constante, un ruido que recordaba un poco al de los cacharros.
Lo normal es que fueran ocho personas más una que moderaba y que llamaba al orden cuando algún tertuliano se ponía demasiado intenso. A veces, había un segundo círculo de jóvenes ateneístas que solo escuchaban; no podían hablar, pero venían aquí de oyentes para aprender el arte de la oratoria. Y la verdad, ¡qué mejor maestros que los que debatían en esta sala!
Según quién fuera el orador, el moderador se dormía del aburrimiento. Sin ir más lejos, el mismísimo Unamuno tenía fama de ser un poquito denso y de tener mucho ego. Cuando él participaba en la tertulia, solo hablaba él. Presumía de ser el único en leer a Kant y a Nietzsche en alemán. Pues muy bien, hombre...
Si queréis revivir aquellas tertulias y sentiros un poco más cultos, no dejéis de venir al Ateneo y empaparos de cultura.