Uno de los socios más famosos que ha tenido el Ateneo fue don Ramón María del Valle-Inclán. El actor Javier Albalá nos habla de este personaje con carácter.
Valle-Inclán fue socio del Ateneo y también presidente, sucediendo a Manuel Azaña en 1932. Sus tertulias aquí en el Ateneo eran famosísimas. Llegó a fundar su propia tertulia que llegó a ser una de las más destacadas de aquel Madrid literario de principios del siglo XX.
Pero Valle-Inclán, además de ser socio y presidente del Ateneo, ocupó otro cargo muy curioso... Podríamos decir que fue okupa. Como las cosas no le iban muy bien, y aprovechando que lo habían elegido presidente, decidió venirse a vivir aquí con toda su familia.
Hay un símbolo que se repite en la decoración del Ateneo y que dicen que podría ser masónico: la lámpara de la sabiduría. No es casualidad que Valle-Inclán llamara a uno de sus libros 'La lámpara maravillosa'. Esta obra es un tratado de estética y filosofía que recoge temas de los que se hablaba mucho aquí en el Ateneo a finales del siglo XIX.
Cuando visitéis el Ateneo fijaos en estas lámparas que están por todo el edificio y recordad que si las frotáis podéis empaparos de sabiduría...