La Galería de Retratos muestra los rostros de algunos de los miembros más ilustres del Ateneo. Para ser socio a finales del XIX y principios del XX, tenías que tener un currículum a prueba de bombas.
En este lugar se podía hablar sobre cosas de las que no se podía hablar en los cafés. Siempre podía haber una oreja escuchando. Y es que los del Ateneo cojeaban de intelectuales y, casi siempre, de
masones. La masonería es una sociedad secreta, privada, jerárquica, basada en la fraternidad entre sus miembros. Los masones se agrupan en logias, hacían actividades secretas y tenían sus símbolos y sus ritos. Son muy de mirar de soslayo a todas partes...
El Ateneo siempre ha sido una institución muy plural. Por aquí han pasado ateos y religiosos, republicanos y monárquicos, liberales y conservadores. Y siempre se han mantenido las formas. ¡Eso no se puede decir de todos los foros!