El tabaco daña al fumador, y también a los que le rodean por el tabaquismo pasivo. Pero, además, apunta en Fórmula Salud el doctor Joan Soriano, epidemiólogo del servicio de Neumología del hospital La Princesa y consultor externo de la OMS Europa para enfermedades respiratorias crónicas, “hay un humo de tercera generación que es el humo exhalado por el fumador y cuyas partículas tóxicas se depositan en las superficies del domicilio, del coche o del lugar donde se fuma y que junto a otras partículas crea carcinógenos no vistos en el cigarrillo o en el humo del tabaco”. Por si esto fuera poco hay un humo de cuarta mano que sería el determinado por la contaminación ambiental que causan las colillas que ya son la principal fuente de basura en el mundo, por delante de envases de alimentos, botellas y bolsas de plástico. “El cultivo de la hoja del tabaco —abunda el doctor Joan Soriano-- también tiene una huella de carbono y de malgasto de agua importantes, así como el uso de más pesticidas y fertilizantes que empobrecen el suelo donde se cultiva”.