Todavía son muchas las incógnitas que rodean a la procedencia del coronavirus, aunque todas las señales apuntan a una especie de murciélago de China. La interacción del ser humano con ecosistemas hasta ahora inalterados y con sus especies endémicas, podría originar infecciones curzadas entre especies.
El cambio climático genera también alteraciones en esos ecositemas: "Un estudio demuestra que, efectivamente, durante los últimos años la vegetación en algunas zonas ha cambiado aumentando la población de los murciélagos, que son los que sabemos que pueden transmitir la enfermedad", nos cuenta Mario Picazo.
"Sabemos que en Yunnan, China, hay cien clases distintas de murciélagos y cada uno de ellos porta entre 2,7 y 3 tipos de coronavirus diferentes", ha añadido Picazo.