La noche del sábado 27 al domingo 28, cambia la hora. A las 2 serán las 3, recuperando así el horario de verano, algo que notaremos especialmente a la hora de levantarnos y de acostarnos, porque amanecerá y anochecerá más tarde.
En cada cambio de hora, se reabre el debate sobre cuál es el mejor huso horario para España y si es útil adelantar o atrasar los relojes según la temporada. Quien más quien menos, notamos ese desfase horario en los hábitos de sueño.
UTC+1 ó UTC+2, esa es la cuestión: Los expertos opinan
Milagros Merino es presidenta de la Sociedad Española del Sueño y aborda el problema desde el punto de vista de nuestra salud. “El cambio de horario siempre nos afecta pero el de verano especialmente porque dormimos una hora menos, lo que quiere decir que descansamos menos y durante el día estamos menos productivos y más irritables”, asegura.
“Siempre hay unos días que se notan más en el cambio, especialmente niños, jóvenes, ancianos y personas con problemas de sueño”, explica Merino. En cualquier caso, dice la doctora, “es difícil implantarlo, polo que necesitamos grupos interdisciplinares”.
Jorge Mira es catedrático de física aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela y ha participado en la comisión para el Estudio de la Reforma de la Hora creada por el Gobierno en 2018 para analizar esta cuestión.
El experto lo tiene claro, “no tiene sentido que no se cambie el horario”. “Tenemos que tener un horario de verano seis meses y un de invierno otros seis”, y pone un ejemplo: “en Madrid cae el sol más a plomo en verano que en el centro de Kenia, y en el solsticio de invierno cae menos a plomo que en el borde de la Antártida… Eso ocurre durante tres meses en cada temporada”, explica Mira.
“El planeta tiene unas variaciones solares muy importantes. Por eso no entiendo que los cronobiólogos defienden tener un piñón fijo horario ”, sostiene el catedrático.
Todos los seres vivos y la humanidad ha cambiado de horarios siempre, en un consenso que surgió para dar solución a problemas sociales. Si eliminamos esa tradición, volverán el problemas”, asegura.
En todo caso, “el huso horario es una marca de referencia y cada país adapta sus horarios a esa marca”, añade.
José Luis Casero es presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) y ha participado también en la comisión gubernamental sobre el cambio de hora que, puntualiza, “está extinguida desde 2019”.
“El gobierno debería haber tomado ya una decisión, pero no es prioritario en la agenda política, aunque hay que abordarlo sí o sí”, dice Casero.
“En Europa ya lo están haciendo y los estudios señalan que mantener un horario constante no tiene ningún impacto económico y, por el contrario, el cambio horario afecta a la salud más de lo que pensábamos”, asegura.
“Cómo afecta al día a día de cada uno, es subjetivo, pero necesitamos una respuesta globalizada que favorezca a la mayoría de personas, teniendo en cuenta su actividad presente y futura, como modelo socioeconómico deseable, teniendo en cuenta además que el clima está cambiando”, sostiene Casero.
En opinión de Casero, en el huso horario UTC+1 es más equilibrada la distribución de las horas de sol.
¿Desde cuándo se cambia la hora?
El cambio de hora se remonta a la década de los 70 del siglo XX, cuando la crisis del petróleo provocó que algunos países adelantaran el reloj para aprovechar más la luz del sol y ahorrar así en el consumo de electricidad. España estrenó el cambio horario en 1974.
El cambio de hora se aplica en toda la Unión Europea con la intención de ajustar la jornada laboral a las horas de sol.