Los estudiantes de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, Agrónomos y de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Forestal de la Universidad Politécnica de Madrid están llevando a cabo, un año más, la iniciativa de la venta de abetos. Lleva haciéndose más de 40 años y consiste en vender árboles por estas fechas navideñas para pagarse el viaje de fin de curso.
Se pueden obtener abetos de diferentes especies y de diferentes alturas con unos precios que oscilan entre los 20 y los 200 euros. Además de los abetos, también venden ropa y lotería para costearse el viaje.
Todo el que esté interesado puede ir a comprarlo de lunes a domingo, incluso festivos, de 8:00 horas a 20:30 horas, en la Escuela de Montes, ubicada en la calle Avenida de las Morenas, en la Ciudad Universitaria.
De momento, han realizado un segundo pedido y ya son 500 abetos los que tienen y han tenido disponibles, aunque esperan que se duplique la semana que viene. Quienes quieran llevarse un abeto a casa, pero no sepan cómo transportarlo, también cuentan con un servicio de entrega a domicilio desde cinco euros dependiendo de la zona.
Las dos especies de abetos que se pondrán a la venta, Abeto Rojo y Abeto del Cáucaso, proceden de viveros de producción controlada en el norte de España y estarán disponibles con maceta listos para decorar.
El árbol de Navidad natural tiene efectos positivos sobre el medio ambiente y el de plástico negativos
Iván Delgado de Jardinería Viveverde nos descubría ayer los pros y contras de adornar nuestra vivienda para las Navidades con un abeto natural o un abeto artificial. Al parecer, se está difundiendo la idea de que para ser ecologista hay que preferir el árbol artificial al natural: eso es falso.
El árbol de Navidad natural tiene efectos positivos sobre el medio ambiente: produce oxígeno a partir de CO2, mejoran la estabilidad del suelo, sirven de hábitat para los animales salvajes, son biodegradables y contribuyen al desarrollo económico. A su vez, el abeto artificial tiene efectos nocivos sobre el medio ambiente.
Para muchas personas es una lástima cortar árboles de Navidad, pero estas plantaciones son agrícolas y se producen específicamente para Navidad. Aumentan el nivel de oxígeno y reducen el efecto invernadero. Pero, sobre todo, ofrecen a todos los niños una feliz y mágica fiesta navideña.