La conexión entre el calor –extremo- y nuestras emociones tiene un impacto negativo sobre estas, pues durante las etapas de calor asfixiante, las personas suelen mostrar mayores signos de irritabilidad, fatiga, nerviosismo y mal humor.
En Madrid mejora tu vida conversamos con Joana Fernández, coach del programa quien ahonda en esta cuestión.
La relación entre el calor y nuestras emociones
Según Joana Fernández, la alegría o la irritabilidad, son dos de las emociones que más se dan en verano. La razón por la que las altas temperaturas pueden tener un efecto negativo en nosotros se haya en que nuestro cuerpo necesita trabajar más para regular su temperatura interna. Esto puede llevar a una mayor activación del sistema nervioso simpático, que está asociado con respuestas de estrés y ansiedad.
Estas respuestas de estrés y ansiedad son el resultado de la segregación de cortisol y adrenalina que se producen como respuesta a esa activación del sistema simpático. Además de estos síntomas, otros relacionados pueden ser: una baja concentración o una mayor agresividad.
Con respecto a esta última, un estudio de la Universidad de Berkeley asegura que durante las olas de calor se registran más violaciones y asesinatos. Así mismo, esta investigación también establece un vínculo entre los conflictos étnicos y las guerras civiles en Europa y África y las olas de calor, vínculo que también es apoyado por un estudio sobre los homicidios en Sudáfrica: por cada grado que sube el termómetro, aumenta un 1.5% el número de asesinatos, según recoge el diario Público.
Efectos positivos del calor
Como se ha mencionado al principio, la alegría es otra de las grandes emociones del verano, no solo la irritabilidad. la exposición a la luz solar puede aumentar la producción de dopamina, lo que puede mejorar nuestro estado de ánimo. Comprender cómo funciona nuestro organismo puede ayudar a desarrollar estrategias efectivas para controlar nuestras emociones en diferentes condiciones climáticas.
¿Qué hacer para combatir el calor?
Mantente hidratado: beber suficiente agua es esencial para mantener tu cuerpo y mente en buen estado.
Busca lugares frescos: así evitarás la sensación de sofocamiento.
No hagas ejercicio durante las horas de más calor: en su lugar procura practicar deporte a primera hora del día o a última hora de la tarde y siempre buscando la sombra.
Ducharse con agua templada antes de irse a la cama.
Evitar el consumo de alcohol: pues es vasodilatador.