Hablar de Portugal es hablar de bacalao. Uno no puede pasar por Oporto sin probar sus "bolinhos de bacalhau" con queso de la Sierra de Estrela, un auténtico manjar. Fueron los vikingos los que introdujeron el bacalao en el país cuando llegaron en busca de sal para conservar sus alimentos y desde entonces sigue siendo el protagonista de su gastronomía.