Marina junto a su hermano han continuado con el trabajo que les dejó su padre, el cuál empezó con apenas 17 vacas avileñas.
A parte de toda la evolución que han conseguido, también hay que destacar que no utlizan ningún producto químico.
Pasados 40 años tienen más de 200 vacas sin contar a los terneros y los machos. Podemos distinguir dos grandes grupos dentro de todas sus vacas: las avileñas y las bociblancas.
Las avileñas nacen desde un principio negras y continuan toda su vida con el mismo color. Sin embargo, el caso de las bociblancas es muy particular. Sus terneros nacen marrones y se van convirtiendo a negros. Además es muy fácil distinguirlas, puesto que tienen el morro blanco.
También cabe resaltar que las vacas bociblancas, se encuentran en peligro de extinción.