El Castillo de la Coracera fue construido en el año 1434 y hemos podido descubrir todas las historias que esconde tras sus muros.
Comenzamos en el patio de las armas, donde un botijo gigante se encuentran uno de los aldos. Este se usaba para guardar y conservar el vino.
Seguimos en la sala de armas o salón, lugar onde degustaban las comidas de caza o realizaban los banquetes más importantes.
Arriba del todo nos encontramos con el puesto de defensa, se dice que en este lugar habitan fantasmas.
Y además Juana la Loca durmió entre estas paredes…