En la sierra a 1200 metros de altura, nos encontramos rodeado de vegetación con el Convento de San Julián y San Antonio.
Rodeado de un ambiente tranquilo y hermoso que solo rompen el sonido de las campanas, que empezaron a sonar en el siglo XV.
El convento y la red hidraúlica que lo rodean pueden llegar a ser dentro de poco tiempo Patrimonio de la Humanidad y Mundo Madrid no quería perderse una ruta en esta maravilla arquitectónica.