En Casarrubuelos son pioneros. La técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento del municipio, Olga Rábade, da prueba de ello mediante la lombricultura. Y es que se están convirtiendo en un ejemplo a seguir en el mundo de la lombricultura. La lombricultura es una técnica de producción de alimentos que utiliza lombrices para convertir los residuos orgánicos en fertilizantes naturales.
Esta práctica no solo es sostenible y respetuosa con el medio ambiente, sino que también permite obtener un producto de primera calidad para los cultivos. La lombricultura es una alternativa muy eficiente y económica a los fertilizantes químicos.
El consistorio de Casarrubuelos fomenta la lombricultura mediante cursos y talleres proporcionando información y recursos a los habitantes del pueblo. Además, se han establecido colaboraciones con empresas locales para promover la producción y comercialización de los fertilizantes naturales obtenidos a partir de la lombricultura.
De forma autóctona, producen plantas mediante el compostaje las trasplantan para sacarlas al municipio. De esta manera, crean una economía circular. El abono lo elaboran mediante la lombricultura. Se trata del primer centro demostrativo de esta técnica en Europa.
Han concedido una subvención para motivar a los jóvenes en el compostaje. Cogen el abono desechado y tras un tiempo lo pasan a las lombrices para que realicen su trabajo. A través de ella, se consigue el famoso humus de lombriz. La manejan mediante el sistema de riego ya que las lombrices buscan la humedad. Y es que tienen más de cinco millones de ejemplares en este terreno.