El bar que Rufino abrió en 1965, se convirtió, tras la remodelación de un edificio más grande hace siete años, en lo que es ahora El Jardín, donde ha tomado el relevo su hijo Alberto. 23 amplias habitaciones y un amplio comedor para más de 200 personas. Entre las especialidades de la casa, la brocheta de langostinos crujientes o los saquitos de torta del Casar con foie a la plancha y jamón ibérico.
Conocemos después a Eunate, que vende plantas medicinales en la Asociación Cultural Sámara Oeste.