La Comisión Consultiva de Nombramientos del Congreso de los Diputados declaró este martes la idoneidad de los cuatro candidatos a magistrado del Tribunal Constitucional después de un debate en el que los aspirantes detallaron su trayectoria profesional y respondieron a preguntas formuladas por los representantes de los partidos políticos presentes.
Enrique Arnaldo, Concepción Espejel, Inmaculada Montalbán y Ramón Sáez consiguieron un total de 242 votos a favor, ninguno en contra y 12 abstenciones. Por lo tanto, estos candidatos consiguieron el aval de dicha Comisión conforme al sistema de voto ponderado.
Según comunicó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, el criterio de la Comisión, favorable a las candidaturas presentadas, se comunicará a la Mesa de la Cámara a efectos de su elección por el Pleno de la Cámara, que se espera que sea el próximo 11 de noviembre.
La Comisión empezó con la comparecencia de Enrique Arnaldo, quien defendió que es y que se siente “plenamente independiente” para ostentar este puesto, al tiempo que hizo hincapié en que “nunca” ha militado en “ningún partido” y que no tiene “amigos en la política”.
A continuación, le tocó el turno a Concepción Espejel, quien, en la misma línea que el aspirante anterior, aseguró que siempre ha ejercido la jurisdicción con “imparcialidad” y que la mantendrá “siempre”. Además, negó haber recibido algún tipo “indicación” a lo largo de su trayectoria profesional.
A su vez, Inmaculada Montalbán puso en valor su “compromiso y empeño con los valores constitucionales” y con la función de ser “garante del Estado de Derecho con imparcialidad e independencia de los demás órganos constitucionales”.
Para concluir la exposición de sus currículums y las respuestas a los partidos políticos, Juan Ramón Sáez reivindicó su “imparcialidad” e “independencia” en el trabajo judicial que lleva desarrollando desde hace 36 años.
Preguntas
En el turno de preguntas de los partidos asistentes, el PSOE inició su comparecencia arremetiendo contra Arnaldo por ser “beligerante” contra el Gobierno. Sin embargo, con el resto de candidatos modificó su discurso y aseguró que este acto no era para hacer “reproches”, sino para dar “ejemplo” y mostrar a la ciudadanía el “normal” funcionamiento de las instituciones.
A su vez, Unidas Podemos, mediante el diputado Txema Guijarro, se pronunció escuetamente en esta comisión, sin entrar a hacer preguntas a los comparecientes, aunque sí quiso alabar explícitamente la pertinencia técnica de los candidatos Sáez Valcárcel y Montalbán, a quienes deseó mucha suerte.
Por su parte, el PP aprovechó sus intervenciones en estas comparecencias en la Comisión Consultiva de Nombramientos para exhibir su convicción de que ejercerán su función con “independencia” si son elegidos y para alabar que el acuerdo alcanzado con el PSOE para renovar los órganos camina “en la buena dirección de trabajar en el fortalecimiento de las instituciones del Estado”.
Junts, a través de Josep Pagès y Massó, se mostró muy crítico con el procedimiento “absolutamente opaco” y pactado “en 24 horas” entre “los fontaneros del PP y el PSOE” para renovar órganos como el TC. Así, aprovechó para despacharse con dureza contra los nombres propuestos por los populares mientras sí reconoció la idoneidad de los del ala socialista.
Abandono comisiónPor otro lado, Vox y Ciudadanos no estuvieron presente durante la mayor parte de la celebración de la Comisión Consultiva de Nombramientos, ya que decidieron abandonarla tras escuchar la primera comparecencia, la de Arnaldo, al considerar que este acto era un “teatrillo” y una “traición” a las instituciones del Estado.
El portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa, señaló “lo de hoy es la culminación de un proceso en el que se falta al respeto a las instituciones” del Estado y destacó que nadie cree que los candidatos comparezcan por sus “méritos profesionales”, sino porque han recibido una “llamada de Ferraz o de Génova”.
Por su parte, el portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, negó la idoneidad de los candidatos tanto para el TC como para el Tribunal de Cuentas, al tiempo que aseguró, antes de concluir su primera y única intervención, que este acto “no sirve para nada”.