El consumo de aceite de oliva virgen cae un 6% y aumenta un 20% el consumo de aceite de girasol. El último estudio de la consultora Nielsen revela que parte del consumo de aceite de oliva virgen extra se va al oliva virgen, mientras que el consumo de refinados de oliva se pasa al girasol.
El aumento de precios del Aceite de Oliva está produciendo, según la oficina de propiedad intelectual de la Unión europea, un fraude cercano a los 1.500 millones de euros en productos adulterados y de menor calidad.
Esto está teniendo consecuencias en los establecimientos de hostelería (ver vídeo). Desde 2014, una directiva europea prohíbe utilizar aceiteras rellenables en la restauración, pero el aumento de precio de este producto ha hecho que volvamos a verlas en mesas y barras.