El acusado de matar a puñaladas a un menor de 14 años y herir a otros dos durante una pelea ocurrida en 2020 en Getafe ha declarado que pensaba que la víctima "pertenecía a una banda y portaba un machete", por lo que tuvo "mucho miedo" y le pinchó "donde pilló".
El juicio con jurado popular ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Madrid con la declaración del acusado, que tenía 18 años en el momento del crimen y al que la Fiscalía acusa de un delito de homicidio consumado de víctima menor de 16 años y otros dos de homicidio intentado de víctima menor de 16 años. Por eso solicita para él 37 años de prisión, tres menos que lo que pide la acusación particular.
"Estos chicos eran trinitarios, he tenido muchos problemas en prisión por ellos, han querido agredirme", ha confesado el acusado en su declaración, siendo esta la primera vez que declara que "sabía que pertenecían a una banda", tanto por cómo vestían, con pañuelo rojo, como por fotos que posteriormente le enseñaron.
También ha alegado que las víctimas, tras increparles, le dijeron que se quitase "un pañuelo gris que llevaba atado a la muñeca" y que podía ser distintivo de pertenencia a una banda, por lo que comenzaron a golpearles a él y a sus amigos.
Ha incidido en que la víctima "pertenecía a una banda y portaba un machete", por lo que estaba "asustado y con mucho miedo", reconociendo que quiso herirle en una pierna, pero el menor de 14 años se abalanzó sobre él y él le pinchó "dónde pilló".
Asimismo, ha expuesto que sufría un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDH) y epilepsia, de manera que, por la medicación, se sentía "distinto, mareado y raro", además de que el día anterior "había estado bebiendo y se había tomado un Trankimazin". Ha añadido que "llevaba la navaja en la riñonera" y que al sacarla, su intención fue "darles un susto".
Por su parte, Sara Sánchez, madre de la víctima, ha negado que su hijo perteneciera a ninguna banda y ha reclamado "justicia", pidiendo que se revisen las penas por este tipo de delitos a menores.
Además, ha confesado a los medios en la puerta de la Audiencia que lo primero que pensó cuando ocurrió la pelea fue si le habría dolido la puñalada a su hijo: "Me queda el consuelo de saber que no le dolió", ha dicho.
El relato de la Fiscalía narra que el 4 de septiembre de 2020 el joven F.J.C.P., de 18 años, transitaba por la calle Ferrocarril de Getafe en compañía de dos menores de edad cuando se originó una pelea con otro grupo de menores, “comenzando a golpearse mutuamente, propinándose indistintamente patadas y puñetazos los unos a los otros”. En ese preciso instante F. J. C. P. asestó a los tres chicos varias puñaladas con la navaja que portaba en su riñonera.
El acusado, que se encuentra en situación de prisión provisional desde el 9 de septiembre de 2020, tiene diagnosticado un trastorno por déficit de atención e hiperactividad, lo que conlleva “una baja tolerancia a la frustración y un deficiente control de impulsos que le conduce a la ejecución de comportamientos en cortocircuito sin que exista una previa reflexión que le limitaba levemente sus capacidades volitivas”, según el escrito fiscal, que considera que puede beneficiarse de una atenuante de alteración psíquica.