Nuevo episodio en el caso de las monjas del convento de Belorado, en Burgos. Aseguran que no atenderán ningún requerimiento religioso para dejar el convento y que no han recibido ningún llamamiento judicial.
Es la respuesta de esta congregación 'rebelde' tras negarse a recibir a la comitiva que enviaba la Santa Sede. Las religiosas llamaron a la Guardia Civil para que echara a los representantes papales.
El arzobispo de Burgos ha considerado este hecho como un "gesto de hostilidad" y asegura que se ha hecho entrega a esta congregación franciscana de un requerimiento.
Se les ha dado un plazo de dos días para entregar las llaves del convento. Mientras, el mentor de estas clarisas, el obispo excomulgado Pablo de Rojas, insiste en que solo les echará de allí una orden judicial.
Las clarisas de Belorado han sido citadas para acudir a un tribunal eclesiástico en diez días en el que deberán ratificar su excomunión de manera individual.