Los socios de investidura y de Gobierno de Pedro Sánchez le han animado a continuar para frenar el golpe que creen que la ultraderecha, en coordinación con el PP, está infringiendo a la democracia y Sumar ha ido incluso más allá al recordar al presidente que tiene una obligación con el país.
Así lo ha trasladado el dirigente de Sumar, Enrique Santiago (IU), al señalar que entiende que Sánchez "esté destrozado" por el acoso a su mujer, pero como líder político "tiene una obligación con el país" para parar este ataque y resistir, pidiendo al PSOE que "despierte de esta situación de adormilamiento".
Ha sido bastante duro con la decisión del presidente de tomarse unos días para pensar si sigue o no al frente del Ejecutivo y hasta fuentes de Sumar han subrayado que "hay que venir llorado de casa".
También ERC ha pedido al presidente que no ceda ante Manos Limpias, el sindicato que ha presentado la denuncia contra Begoña Gómez, porque sería "un mal ejemplo", ha dicho su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, que también ha recordado que en su partido hubo personas que aguantaron en la cárcel cuatro años sin irse, refiriéndose a los condenados por el 1-O.
Junts, otro de los socios de investidura, aunque de los menos fieles, se ha limitado a afirmar este jueves que el anuncio del presidente no les va a distraer de la campaña de las catalanas que arranca esta medianoche después de que ayer su candidato, Carles Puigdemont retara a Sánchez a someterse a una cuestión de confianza.
Otro de los socios independentistas del Gobierno, EH Bildu, si bien no ha querido apoyar públicamente a Sánchez, sí ha cerrado filas en torno al Gobierno de coalición dejando claro que "no va a dar paso a la derecha" si el líder socialista dimitiera, ha asegurado su coordinador general, Arnaldo Otegi.
El PNV no se ha mostrado muy comprensivo con el hecho de que Sánchez se haya dado cuatro días para reflexionar acerca de su futuro y le ha pedido que no agote el plazo además de reclamarle cambios que eviten que "cualquier denuncia por floja que sea pueda dar curso a una investigación".
Los cuatro votos de Podemos son igualmente imprescindibles para mantener al PSOE en el Ejecutivo, ya sea con Sánchez o quien pueda sucederle si dimite. Su líder, Ione Belarra, ha alentado al jefe del Ejecutivo a seguir adelante, "pero no así, hay que cuidar el bloque democrático" y actuar con valentía afrontando las reformas que requiere el país, entre ellas la que afecta al sistema judicial.
Belarra también ha aprovechado para reprochar al PSOE que haya estado durante "mucho tiempo" mirando para otro lado, refiriéndose al acoso que anteriormente han padecido los dirigentes morados, y que no haya acometido las reformas judiciales necesarias.
También considera que Sánchez debe quedarse el diputado del BNG Néstor Rego porque -ha dicho- debería "cumplir con los acuerdos pactados en su investidura y "para eso es necesario que este Gobierno y esta Legislatura pueda continuar".
Salvo Puigdemont, los socios coinciden en general en que someter la gestión de Sánchez a una cuestión de confianza -una de las opciones que tiene el presidente- no resolvería la situación porque, entre otras cosas, el problema no es con ellos, como ha apuntado el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
Tampoco lo creen en Sumar al apuntar Enrique Santiago que lo que existe "es un problema institucional muy grave" y lo que hay que hacer es apostar por decisiones valientes también en cuestiones judiciales.